La primera civilización que
utilizó un tipo de instalación que hoy podríamos considerar como una ducha
fueron los antiguos
griegos. Sus acueductos y su alcantarillado hecho con tuberías de
plomo permitían que el agua que se bombease hacia dentro y hacia fuera de las
grandes salas de duchas comunales utilizadas tanto por las élites como por los
ciudadanos comunes. Estas habitaciones han sido descubiertos en las excavaciones de
la ciudad de Pérgamo y también parecen estar representadas en la cerámica de la
época. Las descripciones son muy similares a un vestuario de ducha moderna
colectiva, e incluso poseían barras para colgar la ropa. Los antiguos
romanos en su amor por todo lo griego
también siguieron esta costumbre. Sus famosas casas de baños se pueden
encontrar en todo el Mediterráneo llegando hasta Inglaterra. Los romanos no sólo
tenían estos baños y duchas, sino que los empleaban múltiples veces a la
semana, incluso todos los días. Después de la caída del Imperio Romano y el surgimiento del Cristianismo,
la práctica de lo que hoy se considera una buena higiene se convirtió en un
tabú religioso y fue abandonado casi por completo desde la Baja Edad Media hasta la época victoriana.
Los relativamente avanzados
sistemas de abastecimiento de agua y saneamiento de aguas residuales desarrollados por los griegos y los
romanos rápidamente se deterioraron y cayeron en desuso tras la caída de los
grandes imperios. No fue hasta el siglo XIX cuando fue posible reconstruir un
sistema tan complejo y fiable como las cloacas griega y romana. Las primeras
duchas en la era moderna eran bloques autónomos donde el agua podía ser
reutilizada varias veces. En el siglo XIX (probablemente hacia
1810, aunque hay una cierta contradicción entre las fuentes), la ducha tipo
English Regency fue inventada de forma anónima. El diseño original tenía más de diez
pies de altura (más de dos metros), y estaba hecha de varios tubos de metal
pintados simulando el bambú. En la parte
superior de la unidad había un depósito conectado con estos tubos. El agua se
salía a través de una boquilla y caía sobre los hombros de los propios
ocupantes antes de ser recogida y bombeada de nuevo hasta el depósito superior.
Este prototipo sufrió varias renovaciones incluyendo modelos con bombeo manual,
modelos con varios pulverizadores, y los que poseían boquillas intercambiables.
La reinvención de las tuberías de plomo para uso interior sin excesivas fugas,
alrededor de 1850, permitió que la duchas independientes pudieran ser conectadas
a una fuente de agua corriente, lo que facilitaba su uso. Además, el aumento en
el acceso al agua caliente hicieron el baño mucho más cómodo y popular. El
doctor Merry Delabost, jefe médico de la prisión Bonne-Nouvelle, de Ruan, inventó un modelo
mejorado de ducha hacia 1872, con el fin de darle
a los presos una mejor higiene. Se trataba de duchas colectivas, aunque el
sistema de chorro era individual. En 1879 el ejército prusiano hizo obligatoria la ducha entre sus
soldados e instaló duchas comunes en los barracones.
Incluso con las
nuevas mejoras en su diseño, la ducha siguió siendo menos popular que el baño en los países industrializados hasta
la segunda mitad del siglo XX.
Texto de Wikipedia.
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